domingo, 24 de junio de 2007

“El Santa Lucía antes era como un motel gratis y eso tenía un atractivo extra”


Alejandro Sieveking:

“El Santa Lucía antes era como un motel gratis y eso tenía un atractivo extra”

El dramaturgo chileno se explaye en sostenida conversación con Álvaro Pacull y Cristián Warnken, dando inicio a “Testigos del barrio”, un ciclo de charlas acerca de cultura y Santiago.

La esquina de Villavicencio con Lastarria, centro de Santiago, durante los siguientes meses, en una sede de la Universidad del Desarrollo será la encargada de acoger el ciclo de conversaciones llamado “Testigos del barrio”, alrededor de las 19:00 horas y en una selección arbitraria de miércoles. Para su primera edición el invitado fue Alejandro Sieveking, dramaturgo autor de “La remolienda” entre otras obras importantes del teatro nacional. Para el ciclo en general, las conversaciones están a cargo de Álvaro Pacull, director de la Escuela de Teatro de la UDD, Cristián Warnken, director de la Escuela de Literatura de la UDD y Armando Roa, director académico de la Escuela de Literatura.

La plática estuvo centrada alrededor del teatro, el barrio Lastarria y el Santiago de los años 50’ con énfasis en el Santa Lucía, “el cerro es una junta maternal (…) es como vivir frente al mar, una montaña mágica”, dice con gracia y el histrionismo que caracteriza a los de su gremio, y que en su caso denota sus viajes por el mundo, intercambiando frases en un inglés neoyorquino con un tono irónico que provoca tanto como sus manos inevitablemente moviéndose.

“La gente hace teatro para quitarse los remordimientos de conciencia” afirma, hablando tan deliberadamente que sus conductores prefieren escuchar el entretenido monólogo que despliega jugando, pues, es sumamente lúdico y hasta burlón a veces, que a más de alguna de sus risotadas alguien del público responde con un poco de molestia. La conversación se extiende durante casi dos horas, a veces no manteniendo un nivel de atención general, pero girando alrededor de las pretensiones expuestas por el ciclo: intentar revivir ese Santiago mítico, al que tanto alude Warnken.

"El pesimismo goza de un privilegio intelectual que no merece"


Enrique Rojas:

“El pesimismo goza de un privilegio intelectual que no merece”

El icono pop de la psicología española de los 90’ estuvo en Chile presentando su último libro: Adiós, depresión.

El miércoles 9 de mayo, la Universidad de los Andes ostentaba de un auditorio repleto, donde las acicaladas señoras presentes no temían ensuciar sus bellos pantalones por sentarse en el suelo, el motivo: Enrique Rojas. El autor del ya clásico libro “El hombre Light” posee un poder de encantamiento, casi sobrenatural por sobre los espectadores, quienes maravillados ante el conocimiento del “gurú” espiritual le miran asombrados. Es cierto, Enrique Rojas ha leído mucho y es un tipo inteligente, capaz de ser lo adecuadamente sutil para mezclar sus frases que lucen de cultura clásica o tradicional, con el pensamiento popular y más aún, casi la ideología de un grupo social.

La charla está centrada en la depresión, el conferencista es hábil para eludir la terminología dura en que podría caer su discurso y no duda en citar algunos versos, desde Cervantes hasta la poesía romántica inglesa, para graficar algunas imágenes que pudiesen quedar cojas de entendimiento. Con total dominio es capaz de hacer comprender al auditorio los síntomas, las causas y posibles soluciones para un problema que se hace cada vez más frecuente en las vidas familiares.

“La depresión es un trastorno de la personalidad” afirma, y luego “la felicidad no depende de la realidad, sino de su interpretación. Así como el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista, ajusta la vela”. Las cabezas del público afirman rauda y seguidamente las palabras de su orador, quien no se detiene y a cada tramo parece gustarle más a la gente. Se enfoca en los niños y lo negativo que resultan las depresiones en esta época: “Un adulto expresa lo que siente por el lenguaje, el niño no tiene un semántica emocional”. Al finalizar, las preguntas las efectúan desde autoridades universitarias, estudiantes, psicólogos y gente afligida por el tema que se abre ante la posibilidad de una respuesta brillante. Con largos y tendidos aplausos, sale del auditorio para la sección de autógrafos, y las mismas personas ahora se apilan en colas para poder intercambiar algunas palabras y perpetuar en este nuevo libro, su nombre.

martes, 22 de mayo de 2007

El lado B de Matta

“Mi interés no es la obra de Matta, sino hacer un perfil de su vida”

El pasado miércoles 16 de mayo, a las 19.00 hrs. en “El observatorio” ubicado en la calle José V. Lastarria esquina Villavicencio, aconteció la charla del investigador experto en Matta y surrealismo, Ernesto Gallardo.

Tras treinta y cinco años de investigación sobre quizás el más grande artista de nuestro país, Gallardo terminó un extenso libro donde examina en profundidad el lado B de nuestro premio nacional de artes, “Hago otra lectura, trato el origen sociológico y afectivo”. Así, toca temas como la posible vinculación de Matta con Paul Gauguin o Arturo Pratt por alguna comunión de ancestros, su expulsión del jesuitas marianos del Sagrado Corazón de Jesús y de María, por una serie de dibujos donde retrataría los vicios de los curas en los siete pecados capitales, encontrados en el baño del establecimiento; los años de decorador de ambientes junto a uno de sus hermanos, la homosexualidad de otro y la relación de este último con Pierre Cardin, o las relaciones del artista con sus cinco esposas. Además, examina con ojo crítico los dichos del autor, “no hay que creer todo lo que Matta dice, puesto que mucho de lo que asevera está lleno de una magia y una fantasía dignas de un artista, de un poeta”. Sin duda, éste no es un libro que analice en forma exhaustiva la obra y el contenido de las piezas de Roberto Matta, “mi interés no es la obra de Matta, sino hacer un perfil de su vida, mi primera preocupación, es el hombre”.

El autor además se dio tiempo para opinar en contra de destacados artistas y críticos nacionales, acusando a José Balmes y a Justo Pastor Mellado de encasillar el arte chileno sólo hacia una dirección, dejando de lado importantes movimientos y artistas que para el investigador son referentes ineludibles a la hora de hablar de arte visual en Chile. Otro blanco de sus críticas fue el cada vez más abundante mercado de la falsificación de las obras del artista, y cómo él después de estos años de investigación, es capaz de reconocer sólo al mirar una obra si es original o no. Señaló además, que existen museos y galerías que poseen falsificaciones de Matta, pero que es mejor no revelar.

Ernesto Gallardo mencionó que lo más satisfactorio al fin de este gran proceso investigativo, es ver cómo uno encuentra la felicidad en las pequeñeces, argumentando en la sencillez del artista, que pese a tener una muy buena situación económica y la pleitesía de muchos, se conformaba con un dulce de la Ligua que alguien le llevaba de regalo.

Mayor información sobre el libro y el autor en
www.mattaarte.blogspot.com