Alejandro Sieveking:
“El Santa Lucía antes era como un motel gratis y eso tenía un atractivo extra”
El dramaturgo chileno se explaye en sostenida conversación con Álvaro Pacull y Cristián Warnken, dando inicio a “Testigos del barrio”, un ciclo de charlas acerca de cultura y Santiago.
La esquina de Villavicencio con Lastarria, centro de Santiago, durante los siguientes meses, en una sede de la Universidad del Desarrollo será la encargada de acoger el ciclo de conversaciones llamado “Testigos del barrio”, alrededor de las 19:00 horas y en una selección arbitraria de miércoles. Para su primera edición el invitado fue Alejandro Sieveking, dramaturgo autor de “La remolienda” entre otras obras importantes del teatro nacional. Para el ciclo en general, las conversaciones están a cargo de Álvaro Pacull, director de la Escuela de Teatro de la UDD, Cristián Warnken, director de la Escuela de Literatura de la UDD y Armando Roa, director académico de la Escuela de Literatura.
La plática estuvo centrada alrededor del teatro, el barrio Lastarria y el Santiago de los años 50’ con énfasis en el Santa Lucía, “el cerro es una junta maternal (…) es como vivir frente al mar, una montaña mágica”, dice con gracia y el histrionismo que caracteriza a los de su gremio, y que en su caso denota sus viajes por el mundo, intercambiando frases en un inglés neoyorquino con un tono irónico que provoca tanto como sus manos inevitablemente moviéndose.
“La gente hace teatro para quitarse los remordimientos de conciencia” afirma, hablando tan deliberadamente que sus conductores prefieren escuchar el entretenido monólogo que despliega jugando, pues, es sumamente lúdico y hasta burlón a veces, que a más de alguna de sus risotadas alguien del público responde con un poco de molestia. La conversación se extiende durante casi dos horas, a veces no manteniendo un nivel de atención general, pero girando alrededor de las pretensiones expuestas por el ciclo: intentar revivir ese Santiago mítico, al que tanto alude Warnken.
“El Santa Lucía antes era como un motel gratis y eso tenía un atractivo extra”
El dramaturgo chileno se explaye en sostenida conversación con Álvaro Pacull y Cristián Warnken, dando inicio a “Testigos del barrio”, un ciclo de charlas acerca de cultura y Santiago.
La esquina de Villavicencio con Lastarria, centro de Santiago, durante los siguientes meses, en una sede de la Universidad del Desarrollo será la encargada de acoger el ciclo de conversaciones llamado “Testigos del barrio”, alrededor de las 19:00 horas y en una selección arbitraria de miércoles. Para su primera edición el invitado fue Alejandro Sieveking, dramaturgo autor de “La remolienda” entre otras obras importantes del teatro nacional. Para el ciclo en general, las conversaciones están a cargo de Álvaro Pacull, director de la Escuela de Teatro de la UDD, Cristián Warnken, director de la Escuela de Literatura de la UDD y Armando Roa, director académico de la Escuela de Literatura.
La plática estuvo centrada alrededor del teatro, el barrio Lastarria y el Santiago de los años 50’ con énfasis en el Santa Lucía, “el cerro es una junta maternal (…) es como vivir frente al mar, una montaña mágica”, dice con gracia y el histrionismo que caracteriza a los de su gremio, y que en su caso denota sus viajes por el mundo, intercambiando frases en un inglés neoyorquino con un tono irónico que provoca tanto como sus manos inevitablemente moviéndose.
“La gente hace teatro para quitarse los remordimientos de conciencia” afirma, hablando tan deliberadamente que sus conductores prefieren escuchar el entretenido monólogo que despliega jugando, pues, es sumamente lúdico y hasta burlón a veces, que a más de alguna de sus risotadas alguien del público responde con un poco de molestia. La conversación se extiende durante casi dos horas, a veces no manteniendo un nivel de atención general, pero girando alrededor de las pretensiones expuestas por el ciclo: intentar revivir ese Santiago mítico, al que tanto alude Warnken.